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Muchos propietarios buscan una inmobiliaria en Valladolid «gratis», entendiendo esto como aquellas que, teóricamente, le cobran sus honorarios al comprador, y no al vendedor.

Sin embargo, mucho nos tememos que este es un grave error y, en parte un engaño, por los motivos que vamos a ver.

Una realidad: Ninguna inmobiliaria en Valladolid es gratis

Por mucho que algunas agencias inmobiliarias pregonen que sólo cobran sus honorarios al comprador, esto no es cierto.

Y el motivo es sencillo, el valor de cualquier inmueble es muy sensible y conviene no confundirlo con el precio. Al fin y al cabo, el precio es lo que se comienza pidiendo y el valor es lo que cualquier comprador bien informado está dispuesto a pagar por el inmueble. Muy pocas veces coinciden, ya que es habitual inflar los precios al inicio «por si suena la flauta», pero en los tiempos actuales la flauta no suele sonar, y lo único que se consigue es perder el tiempo intentando vender por encima de lo que admite el mercado.

Teniendo en cuenta lo anterior, pondremos un ejemplo práctico:

Si tenemos un piso en venta con un valor de 100.000€, podemos anunciarlo en lo que queramos, da igual que sean 200.000€ o 120.000€. Si lo anunciamos en 200.000€, no llamará ni se interesará nadie (Sólo hay que ver las estadísticas de cientos de inmuebles en los portales inmobiliarios). Si lo hacemos en 120.000€, dado que se acerca a su valor real, tendremos llamadas, algunas visitas y probablemente alguien lanzará una oferta en torno a los 100.000€ que el propietario debería aceptar (Si lo estima oportuno y desea venderlo).

Vender en Valladolid

Políticas de comercialización inmobiliaria en Valladolid: Dos mundos opuestos

Siguiendo con el ejemplo anterior, veremos cómo las inmobiliarias gratis en Valladolid enfocan el espinoso factor que a cualquier propietario preocupa ¿Cuánto me va a costar vender mi inmueble?

A.- La inmobiliaria que cobra un porcentaje o fijo sobre el valor de venta: Esta es la opción más clara y lógica, ya que es el propietario el que solicita un servicio profesional (Y por tanto quien debe pagar el servicio), pero sobretodo, porque el propietario sabe en todo momento qué coste le va a suponer dicho servicio.

Continuando con el ejemplo anterior, si la agencia cobra un 4% + IVA (Que suele ser la media en Valladolid), el propietario sabe que de 100.000€, el coste de la inmobiliaria supondrá 4.000€+IVA. Además, de este modo el agente inmobiliario intentará venderlo en lo máximo posible para ganar más, beneficiando al propietario.

B.- La inmobiliaria que «cobra al comprador» y no al propietario: Esta opción agrada a muchos propietarios, dado que para vender un producto o servicio no hay nada mejor que decir la palabra mágica: «gratis». Sin embargo, vamos a ver rápidamente lo que implica esto.

Volviendo a este sencillo ejemplo, sabemos que el mercado no admitirá más que en torno a 100.000€, por lo que ¿adivina que hará la inmobiliaria? Muy sencillo, lanzará ofertas al propietario por el importe restando lo que desea ganar. Si desea ganar un 4%, ofrecerá 96.000€ al propietario, si desea ganar un 10%, ofrecerá 90.000€…

Ventas Vadillos Mar-Jun2018

Ejemplo de valores de venta del Registro de la Propiedad

¿Que consigue un propietario acudiendo a una inmobiliaria «gratis»? Las 3 fases para contratar a un enemigo

Pasado el buen sabor de boca inicial pensando que ha conseguido contratar un profesional sin coste alguno, con el paso del tiempo se dará cuenta de todo esto:

1.-Antes de empezar, todo son facilidades: Servicio gratis total, el precio será lo que diga el propietario o con pequeñas diferencias y sonrisas de oreja a oreja hasta que se firma el acuerdo de venta con la inmobiliaria.

2.- Durante la comercialización del inmueble: La inmobiliaria le presionará regularmente para reducir el precio, ya que a menor precio, mayor beneficio para la agencia. O lo que es lo mismo, habrá convertido al agente inmobiliario en su «enemigo», ya que su comisión depende totalmente de lo que sea capaz de rebajar el precio.

Por tanto, las sonrisas y facilidades dan paso a un futuro muy negro e incierto, en el que si no se baja sustancialmente el precio ni la agencia ni nadie lo venderá jamás. Aquí la inmobiliaria ha dejado de ser tan maja y comprensiva ya que en la rebaja que consiga va su sueldo, y el propietario es la presa que debe abatir para lograr un acuerdo en lo que ha ofrecido el comprador.

3.- La hora de la factura: A la presión por bajar el precio, se unirá la duda sobre qué parte es la que se lleva la agencia, cosa que sólo descubrirá en el momento de la firma. Será aquí cuando se entere de lo caro que le ha salido (porque barato no suele ser, por eso ocultan sus honorarios).

En este punto, el propietario se puede sentir engañado (Y con razón) pero desde el punto de vista legal, han cumplido con lo prometido: Su parte la han cobrado del comprador y si es mucho o poco no es asunto suyo. (Aunque conocemos casos en los que la factura se la intentan pasar al pobre y confuso propietario).

Este comportamiento se reproduce igualmente en el caso del alquiler de viviendas o inmuebles, aunque en menor medida.

Dado que nuestra política es la claridad, en AFIN Inmobiliaria desde la primera llamada cualquier propietario puede saber cómo trabajamos, lo que cobramos y siempre entregamos nuestras condiciones por escrito. Si quiere comprobarlo, estamos a una llamada de distancia… Contacte con nosotros sin compromiso.